Resumen
El autor costarricense Fernando Contreras Castro emplea una gran variedad de metáforas ópticas en su obra para desarrollar su crítica de la continuada marginalización y fragmentación de múltiples grupos sociales. Este análisis de su obra se basa en la discusión filosófica milenaria sobre la capacidad de metáforas visuales para representar la realidad humana. Las ideas de Platón y Descartes, Hegel y Heidegger, Nietzsche y Sartre se ven en conflicto a lo largo de la obra de Contreras, mientras busca una representación más clara de la sociedad contemporánea costarricense. Contreras simultáneamente emplea y cuestiona la eficacia de múltiples tropos visuales para desarrollar su crítica social y política de la sociedad costarricense en cuatro de sus obras: Única mirando al mar (1993), Los Peor (1995), Urbanoscopio (1998) y Cierto Azul (2009). Este artículo traza el paralelismo entre el desarrollo de metáforas ópticas en la obra de Contreras y su cuestionamiento continuo de la eficacia de las mismas para representar la realidad humana. En última instancia, la óptica de las obras de Contreras "arroja luz" en los grupos que frecuentemente quedan invisibilizados por las estructuras ideológicas de la sociedad contemporánea y de esa manera forma una nueva visión crítica de los discursos utópicos del progreso neoliberal que han predominado en el hemisferio durante las últimas décadas.