Resumen
Este artículo analiza la relación entre el laicismo y el Islam en Turquía, especialmente desde el establecimiento de la República en 1923. Inspirado en el modelo francés, el laicismo turco intentó establecer un orden secular y jacobino el cual nunca logró consolidar una hegemonía ideológica en el país. El Islam se mantuvo como foco de resistencia cultural capaz de desarrollar -a partir de los años setenta- una expresión política electoral importante. En los últimos quince años, la influencia y poder de los partidos políticos islamistas han venido aumentando, especialmente a partir de la fundación del Partido de la Justicia y el Desarrollo, AKP que, pese a haber ganado las dos últimas elecciones contundentemente, enfrenta la resistencia de los sectores más radicales del viejo establishment laico, cuya defensa intransigente del secularismo compromete la propia esencia de Turquía como una democracia moderna.