Resumen
El otro ha sido señalado, descrito y explicado de muchas formas y desde diversas perspectivas. El
esfuerzo por resolver el problema del otro ha sido tan amplio que incluso se han estado presentando
explicaciones de segundo orden. Es decir, interpretaciones, acotaciones y ampliaciones de las obras
de algunos de los autores más citados y reconocidos. A pesar de esto, la base material intrínseca de
dicho fenómeno aún no ha sido explorada en ningún trabajo de investigación (salvo en el intento de
Merleau–Ponty de percibir al otro como cuerpo, en cuyo caso fue más bien superficial el abordaje).
En este artículo, se propone partir de los sistemas físicos alejados del equilibrio, denominados gené-
ricamente como “estructuras disipativas”, para entender lo que el otro es. Una vez que el otro ha sido
considerado y explicado en estos términos, algunas implicaciones del fenómeno de la alteridad se dejan
ver. La principal implicación tiene que ver con el cómo el otro influye en nosotros, dejando en claro que
el otro no solamente nos permite autodefinirnos. Más bien, participa en nuestra propia construcción,
desarrollo y evolución. Así, el valor que se le asigna al otro puede haber sido minimizado a través de las
explicaciones tradicionales que no consideran la base material de la alteridad.