Resumen
El templo de San Hipólito en la Ciudad de México es un espacio sagrado que ha sido estigmatizado como un lugar de encuentro de jóvenes adictos y delincuentes devotos a San Judas Tadeo (sanjuderos), que acuden cada 28 de mes, día en que celebran al santo en la ciudad. Para romper el estigma, este artículo tiene como objetivo mostrar los distintos perfiles de los devotos y sus formas de apropiación espacial. Mediante una perspectiva geográfica y un acercamiento etnográfico, con una asistencia metódica cada 28 de mes, el presente trabajo encuentra que a este templo acuden desde niños hasta mujeres y hombres de la tercera edad; amas de casa, obreros, comerciantes informales, sindicalizados, estudiantes de clases populares y colonos; así como, migrantes (indígenas y mestizos); todos marginados y característicos de las grandes urbes latinoamericanas. De esta forma, a través del culto popular urbano a San Judas Tadeo en el templo de San Hipólito, los sectores marginados de la ciudad y su periferia pueden visibilizarse, se apropian de este espacio cada mes, lo hacen un espacio devocional, al tiempo que festivo y de enunciación política. Es parte de una tercera apropiación en la historia del templo, en una lógica de resemantización.