Resumen
En este artículo se discuten las condiciones psicosociales y psicoreligiosas que han permitido la irrupción de un grupo político en la vida social y política costarricense a partir del año 2018. Esto se hace sin dejar de examinar los escenarios psicosociales que se abren a partir de la irrupción de un grupo político inusual, hasta ahora, en la sociedad costarricense. Se hace una lectura analítica e interpretativa tratando de añadir argumentos a favor de la hipótesis de la desigualdad. Para discutir dicha hipótesis se siguen las ideas de reconocimiento de los movimientos religiosos libres, la inclusión del otro y la articulación subjetiva y socioafectiva que puede ser promovida por una democracia incitativa. La incitación se opondría a la autocomplacencia institucional que ignora a los grupos más desfavorecidos por la desigualdad.