Abstract
Es necesario reflexionar sobre la responsabilidad de la educación superior en la formación de a educación superior en la formación de los cuadros profesionales que vivirán en el siglo XXI, no como mera especulación o ejercicio creativo, o como escape al temor que genera en muchos la nueva centuria sino como parte del compromiso de quienes estamos hoy en los centros de formación del hombre del mañana.
En varias oportunidades se ha planteado que, en el curriculum necesario para el próximo siglo, deberá desplazarse el eje “contenido”: “el objeto de estudio será el método más que el contenido”, nos dice Alicia Sequeira (1991). Y continúa: “¿qué se estudiará? El contenido, indudablemente, pero con propósito de aprender el método” (Sequeira, 1991, Pág. 4).