Abstract
En lingüística aplicada existe una corriente que considera que los aprendices de una segunda lengua la van adquiriendo en un orden preestablecido, como resultado de una disposición natural a procesar la información sobre dicha lengua en formas específicas.
Esta afirmación es diametralmente opuesta a la explicación que dan los conductistas de la adquisición. Ellos enfatización la importancia de los factores ambientales y la interferencia de la lengua materna. Por lo contrario, la idea de que existe un orden natural preestablecido se basa en una teoría del aprendizaje que destaca aquellos factores internos del individuo que contribuyen al aprendizaje. En un principio, esta teoría fue desarrollada para explicar la adquisición de la lengua materna únicamente. Así en la década de los setentas, se hicieron los primeros estudios empíricos para explorar cómo se desarrollaba el conocimiento de la lengua materna.