Resumen
Desde la antigüedad, el pasado ha sido una categoría dominada por tres discursos diferentes: el mítico, el épico y el histórico. La literatura, por medio de la nueva novela histórica, ha entrado en la pugna por “decir algo” acerca del pasado. Por eso, ha buscado la desestabilización de discursos anteriores con el fin de reinterpretar la significación de los tiempos pretéritos. No obstante, el triunfo de este proceso ha producido que las obras literarias escritas en este marco hayan perdido cierta vigencia. Ante esto, nuevas novelas proponen que la “liberación del pasado” no consiste en reescribir personajes o hechos pretéritos, sino en señalar nuestra necesidad de recomponer una y otra vez nuestro pasado, es decir, en proponer que la historia debe escribirse y rescribirse permanentemente. Este es el caso de la novela La última adivinanza del mundo, de Froilán Escobar.Comentarios
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