Resumen
En este artículo propongo una nueva lectura de “Continuidad de los parques” (1956), de Julio Cortázar, uno de los cuentos más estudiados por la crítica hispanoamericana. En las múltiples lecturas del cuento ha primado un enfoque inmanentista que parte de la perspectiva de lo fantástico desde Todorov, enfoque nada favorable para la poética de la lectura sobre la cual está construido el texto. Mi lectura de “Continuidad de los parques” consiste en ver el cuento como un poética de la lectura, como un deber ser del proceso de leer, ya que el personaje principal es el lector de una novela que terminará por matarlo debido a su manera superficial y ligera de leer. Lo cual se nos muestra a los lectores de modo ejemplarizante, marca un cómo no se debe leer y por lo tanto sienta las bases de un modelo y un antimodelo de lector.