Resumen
Este artículo intenta acuñar dos términos (“piazzolización” y “articipación”) para la interpretación del significado simbólico de la murga en la sociedad uruguaya, entendiéndola como una práctica artística, popular, colectiva y en constante evolución. En cuanto a su carácter artístico, se parte de la propuesta teórica sobre las tres paradojas del arte (M. Zátonyi), demostrando que la murga exhibe al menos tres funciones: la renovación cosmogónica, la identificación y la introspección frente al espejo. En relación con lo popular, la murga se contrasta con un arte hegemónico al ser controlada por el pueblo y funcionar como espacio de cohesión social entre diferentes sectores culturales, además de su ligamen con lo ritual y lo sagrado. Referente a su carácter cambiante, se discute el cambio evolutivo de la murga en contraposición con otro tipo de cambio, el aculturativo, y se enumeran modificaciones y enriquecimientos en distintos planos de esta práctica artística, y la interacción entre los actores involucrados (“trovadores” y “juglares”). Finalmente, con respecto a su naturaleza colectiva, aunque se defiende el carácter participativo de las murgas, se eleva el cuestionamiento sobre su accesibilidad en igualdad de condiciones por todos los sectores sociales.