Abstract
En este trabajo se analizan las invitaciones desde una perspectiva del egocentrismo, según la cual todos los actos se realizan en beneficio propio. Para definir este beneficio, se trabajó con el concepto de face entendido dentro de la teoría de la cortesía verbal de Brown y Levinson (1987). El objetivo de esta investigación es determinar hasta qué punto el acto de invitar es un acto cortés y porqué. Se realizaron diez entrevistas con el fin dilucidar los rasgos de cortesía (o descortesía) relacionados con el acto de invitar, y las respuestas se contrastaron con los resultados de Ferrer y Sánchez Lanza (2000), sobre el acto comisivo de invitar en el ámbito argentino, y el de Gil (2005), sobre las amenazas e invasiones a la imagen de los distintos actos de habla. Finalmente, se ofrece una caracterización de este acto prototípicamente cortés a partir de la muestra recolectada, y según las máximas de cortesía propuestas por Lakoff (1973).