Abstract
Para comprender la producción literaria de la España post-hegemónica resulta imprescindible tener en cuenta los efectos que ejerce el proceso homogeneizador que hoy se conoce como globalización. La tensión que registran estas obras a nivel estilístico no se puede justificar exclusivamente como una reaccion de estos autores a una crisis meramente personal, sino más bien como producto de una situación literaria que comparten en general todos los escritores pertenecientes a una sociedad marginal. Esta angustia, sin embargo, no tiene por qué interpretarse peyorativamente, ya que puede servir para inducir una renovación estilística. El primer y más evidente síntoma de esta tensión se revela generalmente a través de la aparición en el texto de la hibridez entre componentes tradicionales propios y vanguardistas europeos.