Abstract
La globalización es un proceso que ha favorecido el desarrollo de la tecnología, de manera tal que las empresas han intensificado su capacidad productiva con la finalidad de competir y de rentabilizarse en el mercado. Esto representa una consecuencia para que nuevos grupos poblacionales se incorporen a las labores productivas. De esta forma estos procesos técnicos se han extendido a nivel del mundo, por lo tanto la productividad empresarial ha alcanzado niveles elevados. La masificación y la intensificación del trabajo es una consecuencia de grandes magnitudes que se refleja en el aumento de la jornadas laborales, el desplazamiento de la mano de obra, desocupación y degradación del trabajo, y que ha ocasionado el detrimento de la salud de los trabajadores. La dimensión de la salud laboral constituye, en cada espacio de trabajo, el aspecto
humano más importante, a la vez que incorpora una forma de evaluar la participación empresarial y del Estado. Actualmente, el deterioro de la salud de los trabajadores y la calidad de vida figuran
como prioridad, que debe traducirse en una estrategia para comprometer a las empresas nacionales y mundiales, así como a los organismos internacionales.