Abstract
El documento constituye una reflexión en torno al fenómeno delictivo. La autora considera que desde la psicología se ha llegado a algunos puertos, de los que se ha hecho difícil salir. Los elementos, que están implicados en la producción de un acto, que trasgrede las normas establecidas, en una sociedad determinada, han sido analizados como polaridades -lo individual versus lo social-. Esta fragmentación teórica impide una mejor lectura de dicha situación. El tema de la criminalidad no convoca nuestras meditaciones cotidianas, a menos que ocurra un hecho, cuya "transcendencia" implique la aparición en escena, de los medios de comunicación masiva. Sólo en esos casos, la presa dedica su atención a lo "delictivo" y moviliza a la "opinión pública". Esto no sólo ocurre porque socialmente se organiza para que así funcione, sino que en el reducto más privado de cada sujeto el tema del crimen es prohibitivo.