Abstract
El presente artículo analiza tres de los primeros y menos conocidos filmes del director catalán Bigas Luna –Bilbao, Caniche, Angustia– que dieron inicio a su difundida etapa cinematográfica. Se trata de
una trilogía (no establecida según parámetros cronológicos) en la que hay una constante temática y formal de su producción, caracterizada por lo oscuro a nivel formal (no en vano su iluminación es low key) y por lo sórdido a nivel temático: Bilbao es la historia de un hombre obsesionado con una prostituta a la
que persigue hasta acabar con ella; Caniche trata sobre dos hermanos en una relación incestuosa que termina desbordándose y Angustia gira en torno a un asesino edípico que extrae los ojos a sus víctimas. No obstante, esta etapa de Bigas, probablemente la más fructífera conceptual que no comercialmente hablando, mostraría una tendencia atenuada hasta casi desaparecer en sus sucesivos films.