Abstract
Este artículo analiza el caso de una aplicación (MiVotoHoy) propuesta al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) de Costa Rica para la campaña presidencial de febrero 2014 y que el TSE no autorizó. En el artículo se discute el nuevo contexto en el que hoy en día se desarrollan las campañas electorales, uno en el que las encuestas enfrentan cada vez más limitaciones para seguir cumpliendo su función de predicción en periodos electorales; al tiempo que las tecnologías de la información y la comunicación han puesto sobre la palestra temas como la conectividad móvil, el empoderamiento ciudadano y la participación política de jóvenes a través de “apps”, entre otros aspectos.