Resumen
La opción entre la justicia y la libertad fue el gran dilema del siglo
veinte. Se manifestó en confrontaciones dentro de cada estado-nación y en el enfrentamiento entre países socialistas que enarbolaron la bandera de la justicia y los capitalistas que enarbolaron la de la libertad.
Hay que admitir que los cambios necesarios en pro de la justicia social provocan irremediablemente restricciones a la libertad por el simple hecho de que, para lograr justicia, es necesario disputar riqueza y poder a quienes los detentan y disfrutan, pues la libertad irrestricta,
sobre todo en los procesos económicos, produce excesos de acumulación en manos de unos y explotación de grandes sectores mayoritarios. En consecuencia, un paso adelante en la justicia social significa un paso atrás en el proceso de acumulación y eso desata la respuesta de sus beneficiarios tanto más violenta cuanto más se avanza en el logro de la justicia.