Abstract
El flujo migratorio de México a Estados Unidos (EE.UU.) ha aumentado notablemente en
décadas recientes. Este flujo es mayormente indocumentado, propiciando riesgos tanto
para los migrantes como para el país receptor. A pesar de que la migración se percibe como
un tema de seguridad, generalmente es resultado de factores económicos, laborales y proximidad geográfica, que se sostienen por redes sociales. La migración representa un tema
de seguridad para EE.UU., ya que a través de su frontera no solo se da la migración laboral,
sino también el tráfico de drogas, armas, personas y potenciales terroristas. Este dilema
requiere cooperación bilateral para regular los flujos migratorios con el fin de satisfacer la
demanda de fuerza laboral en EE.UU., en lugar de criminalizar a las personas migrantes.