Resumo
Pese al reconocimiento de la brecha entre hombres y mujeres, y los recursos destinados a mejorar la situación de estás últimas, perduran la desigualdad y la discriminación. El impacto en la vida cotidiana de las mujeres de estos esfuerzos es, además de lento y parcial, limitado y coyuntural. Solo el hecho de mejorar las condiciones de las mujeres parece insuficiente ¿Hay algún aspecto esencial de la desigualdad de género que no está siendo abordado, con la profundidad requerida, por las estrategias hasta ahora desplegadas? La realidad pareciera mostrar, propone el presente ensayo, que no es posible transformar las identidades de género y las injustas relaciones a las que conducen, intentando cambiar, solamente, la situación de las mujeres. Una sociedad excluyente, como la sociedad patriarcal, se estructura a partir de la reproducción de las identidades y relaciones entre hombres y mujeres. Aquí se argumenta que esta sociedad solo puede ser superada si se logran identificar y trasformar estas identidades y sus diversas expresiones en las relaciones cotidianas de hombres y mujeres. Probablemente, comprender como funcionan y se expresan las relaciones de género sea más complejo que reconocer la franca situación de desigualdad y discriminación de las mujeres. Un nuevo desafío teórico y ético se plantea a nuestras maneras de conocer y transfigurar las relaciones de género.