Resumen
El artículo se propone mostrar la heteronormatividad como un objetivo pedagógico no-tematizado de la educación pública. Con este propósito se desarrolla una lectura del movimiento de madres y padres de familia en contra de los Programas de Estudio para la Educación en Afectividad y Sexualidad del Ministerio de Educación Pública en Costa Rica, así como de las interpretaciones, demandas, y quejas sobre la educación sexual de estudiantes de una secundaria pública en San Carlos. El sustento empírico de estas reflexiones se deriva, principalmente, de la consulta realizada, mediante cuestionarios de corte cualitativo, a personas jóvenes de este cantón. A la luz de las teorías de la reproducción social, se discutirá el «fatalismo de género» como una configuración ideológica fundada en la doble negación de la historicidad de la división sexual del trabajo y la centralidad del trabajo reproductivo en el capitalismo. La defensa de la «familia tradicional» se entenderá, de acuerdo a lo anterior, en función del paulatino abandono por parte del Estado de su compromiso con la reproducción de la vida en el capitalismo neoliberal. Finaliza argumentando la necesidad de una educación sexual que reconozca la contingencia histórica de la heterosexualidad en tanto institución política, como estrategia para erosionar las disposiciones fatalistas en términos de género.