Revista Internacional de Estudios Asiáticos ISSN electrónico: 2215-6623
OAI: https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/riea/oaiHasta hace pocas décadas, la tendencia incluso en el mundo académico había sido narrar la historia de la humanidad como algo surgido en Europa que más tarde se había extendido a los Estados Unidos. Asia era poco más que un lugar de fascinación exótica para aventureros occidentales. Sin embargo, la potencia económica y cultural de las naciones asiáticas es imposible de ignorar; sin ellas, nuestro conocimiento del mundo está mutilado.
Después de la Segunda Guerra Mundial, numerosos académicos en el mundo anglosajón han reconocido esta carencia y han trabajado en la construcción de facultades y centros dedicados a los Estudios Asiáticos en las universidades más prestigiosas. No obstante, en el mundo hispanohablante este impulso es más reciente y escaso.
Por esta razón, la Editorial Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica ha trabajado arduamente desde el 2022 para consolidar a la Revista Internacional de Estudios Asiáticos (RIEA) como un espacio dedicado a expandir el conocimiento sobre Asia en el mundo hispanohablante, aunque no restringido a éste. Desde entonces, hemos recibido abundantes contribuciones sobre China, India y Corea, incluyendo el último dossier titulado: “Estudios de la mujer, equidad e igualdad en Corea y el Este de Asia”.
Sin embargo, la importancia de incluir a Japón en los Estudios Asiáticos es una necesidad; así como lo era incluir a Asia en las discusiones de las ciencias sociales, las humanidades y las ciencias. En consecuencia, a principios de este año se convocó la recepción de artículos para el dossier “La construcción de Japón en el imaginario occidental” cuyo resultado presentamos en esta edición.
El tema fue seleccionado porque Japón ha sido usualmente reconstruido en el imaginario occidental como un caso sui generis, mediante descripciones que oscilan entre los extremos de la admiración y el desprecio y que, en muchos casos, parten del presupuesto de que Japón es una entidad homogénea. Con gran alegría, presentamos tres estudios que abordan esos imaginarios y el contexto en el que surgieron.
Javier Takamura, investigador postdoctoral de la Universidad de Oxford, explora el legado epistolar de Francisco Xavier, uno de los primeros europeos en visitar Japón en el siglo XVI. Mediante el estudio de la famosa “Magna Carta”, Takamura reconoce en el misionero jesuita la construcción de una imagen utópica de Japón para su proyecto evangelizador. Además, a diferencia de los prejuicios predominantes en su época, Xavier describe a los japoneses como “hidalgos honorables y razonables” que serían tierra fértil para el cristianismo. El autor también muestra como Xavier, en el proceso de construir su visión del pueblo japonés, se reconstruye a sí mismo imitando la figura de San Pablo.
Facundo Garasino y Matias Chiappe Ippolito analizan los imaginarios de Japón que surgieron en América Latina entre 1868 y 1968, justamente cuando el país atravesó procesos de modernización, militarización y occidentalización. En su estudio, los autores muestran como algunos intelectuales latinoamericanos encontraron en Japón un “Otro imaginado” que fue idealizado para sus proyectos de identidad nacional y sus interpretaciones de lo que significaba la “modernidad”. Además, sugieren que Japón fue inicialmente reconstruido “como un estado-nación utópico que materializaba las promesas de la modernidad”; pero que, aún luego de medio siglo de expansionismo militar que culminó en una aplastante derrota en la Segunda Guerra Mundial, Japón no perdió su encanto para muchos intelectuales latinoamericanos como Octavio Paz, quienes volvieron a idealizar la cultura y la literatura japonesas como inherentemente pacifistas.
Finalmente, Daiana Noelia Carrizo horada en los escritos de Eduardo Wilde para entender la interpretación que el intelectual argentino realizó de Japón y como estos imaginarios le ayudaron a formar su proyecto de nación y para reevaluar su entendimiento de conceptos ampliamente discutidos en la época como nación, civilización, modernidad e historia. La autora muestra como Wilde, a diferencia de otros autores que describían a Japón en términos meramente despectivos, lo exalta como el mejor modelo de una nación civilizada.
Este tríptico de artículos muestra una tendencia notable. Si bien varios de los grandes nombres de la japonología en el mundo anglosajón como Basil Hall Chamberlain (1850-1935), Lafcadio Hearn (1850-1904) y George B. Sansom (1883-1965) solían escribir afirmando la existencia de un “nosotros occidental” substancialmente superior y un “ellos oriental” inferior; los intelectuales de los estudios presentados en este dossier, en su mayoría latinoamericanos, tendían a idealizar el archipiélago como un lugar utópico para sus distintos proyectos.
Esperamos que este dossier contribuya a estimular el interés por los Estudios de Japón, pero haciendo notar la necesidad de prescindir de los prejuicios orientalistas. Así, la japonología podría partir del reconocimiento de la complejidad de la sociedad japonesa donde las preocupaciones, aspiraciones y sentimientos de sus miembros son particulares en los individuos concretos, pero universales en cuanto modos humanos de existencia.