Resumen
En 1583, en la ciudad de Zhaoqing, la primera misión cristiana obtuvo permiso imperial para instalarse en China. Esta misión estuvo dirigida por los jesuitas Michele Ruggieri y Matteo Ricci, quienes llegaron con la visión de predicar el evangelio de Iesus. Pero, ¿qué sucede si históricamente en los imaginarios chinos el arquetipo de Dios nunca estuvo presente? Ante esta situación, Ricci comprendió la importancia de las enseñanzas de Confucio en la mentalidad china, por lo que intentó identificar y finalmente construir en su pensamiento la figura de Dios, aunquellevara más de 2000 años muerto. La estrategia consistió en representar al temprano confucianismo como una religión natural dada por la revelación divina, pero carente del anuncio de Cristo y depravada a través de los siglos con ideas provenientes del daoísmo y el budismo, transformándose así en el neoconfucianismo. De ahí que, según Ricci, se necesitaba limpiarla de estas influencias para que pudiera experimentar la luz revelada de la Iglesia Católica. Por lo tanto, el objetivo de esta investigación es analizar el proceso de construcción del confucianismo como una religión natural con énfasis en la invención de un ser único, divino y creador en el pensamiento de Confucio.