Resumen
En las últimas décadas, se ha construido un imaginario que representa a Costa Rica como un país “verde”, ejemplar en materia de gestión ambiental. Este imaginario no solo le ha dado fuerte visibilidad a nivel internacional, sino que también se constituye como un eje alrededor del cual se ha reinventado y reconfigurado el nacionalismo costarricense, de cierta manera, dando continuidad al discurso nacionalista tradicional, que representa al país en muchos aspectos “excepcional”. El artículo realiza una lectura crítica sobre los procesos de construcción del nacionalismo/excepcionalismo costarricense, sus transformaciones y continuidades, desde una perspectiva que articula geografía histórica y ecología política. Se argumenta que la idea de frontera es clave para entender la construcción nacional en Costa Rica, y que el agotamiento de la frontera de colonización agrícola, hacia mediados del siglo XX, puede ser un factor que explica el “enverdecimiento” del nacionalismo costarricense