Abstract
Las relaciones éntrelas instituciones de Educación Superior y la sociedad, se han convertido en tema de discusión de muchas naciones y por su actualidad han sido incluidas en la agenda de diversos foros internacionales. En nuestra región latinoamericana, es común atribuir a las universidades un distanciamiento de los problemas de la realidad, por lo que son catalogadas como “torres de marfil”, “desprendidas de su medio”, “improductivas”, “alejadas de los problemas de su tiempo” (Amagi,1990; Fagundes, 1986).
No obstante, en los últimos años, dadas las nuevas circunstancias sociales y políticas que afectan a la educación superior, las universidades han ampliado sus servicios, dejando de ser prioridad exclusiva de ciertos grupos elitistas (Amagi, 1990).