Abstract
Las instituciones públicas tienen el deber de fomentar que las personas participen en forma activa, consciente, informada y organizada en la toma de decisiones y la ejecución de acciones tendientes a proteger el agua y mejorar su administración. Se ha demostrado que la crisis actual en la gestión de los recursos hídricos es ocasionada por deficiencias en la gobernabilidad del recurso y afecta principalmente al entorno natural y a los más pobres. Por tratarse del recurso más esencial para la vida, las personas requieren información actualizada y pertinente que los motive e involucre en la defensa y conservación del mismo. Por eso en este artículo se analiza el uso del agua desde la realidad latinoamericana, para llegar a la situación concreta de Costa Rica, con el fin de aportar orientaciones e incidir en un manejo integral en el nivel nacional, de tal forma que se logre un balance entre la conservación, las prioridades de alimentación, la disminución de la pobreza y el crecimiento económico. Es importante tomar en cuenta que con el cambio climático, se reconoce la falta de agua dulce como el problema ambiental más importante, entre otras cosas porque se concibe como un recurso inagotable, con la concepción errónea de que puede usarse, explotarse, comercializarse e incluso dañarse sin mayores consecuencias negativas para toda forma de vida en la Tierra.