Abstract
La celebración de las efemérides patrias del año 1845 permite comprender cómo el poema “La independencia”, de Juan Diéguez, se enuncia como oda celebratoria que apela al valor cívico y pondera una visión de la colectividad enardecida bajo el influjo de palabras de estilo épico. Para ello retoma desde su epígrafe el intertexto virgiliano con el tópico del mar embravecido y la tormenta, prueba iniciática que debe pasar Eneas para llegar a buen puerto. El “ojo de la tormenta” es reinterpretado en un contexto en el que los peligros y las amenazas se ven en el ámbito del territorio centroamericano como esa nave que debe unirse si desea un destino promisorio.