Abstract
El 6 de noviembre de 2011 se celebraron las elecciones generales en Nicaragua, las sextas desde que fuera derrocado el régimen somocista en 1979. El resultado para la presidencia, con el triunfo de Daniel Ortega, quien obtuvo el 62,46% de los votos, hizo innecesaria la celebración de la segunda vuelta, lo cual ocurría por segunda vez desde que el balotaje con umbral reducido se introdujo en la legislación nicaragüense. Sin embargo, estas elecciones han estado envueltas en polémica desde su misma convocatoria hasta el cómputo final, pues se duda de la constitucionalidad de la reelección de Ortega debido a alegaciones de fraude por parte de la oposición y a irregularidades señaladas por las misiones de observación de la Organización de Estados Americanos y de la Unión Europea. En el presente artículo se analiza el proceso electoral, sus resultados y el impacto de todo ello en el sistema político de Nicaragua.