Abstract
En un pueblo turístico transnacional en el Caribe de Costa Rica, situado simultáneamente en los márgenes de la sociedad “blanca” costarricense y el centro del turismo global, la movilidad de mujeres turistas europeas y norteamericanas dentro y fuera de la comunidad constituye un flujo significativo. Las relaciones sexuales e íntimas, a menudo económicamente ambiguas, entre mujeres turistas y hombres locales, predominantemente negros, son fundamentales para la historia social y sexual del pueblo y sus modos de sociabilidad. En este artículo se emplea el concepto de “intercambios fluidos” para comprender la fluidez y la corporalidad de estas relaciones en las que la intimidad juega un papel importante. Hombres de la localidad, situados fuera de la masculinidad hegemónica, utilizan el conocimiento sexual y el privilegio masculino para “dar” intimidad libremente, negociar un pago por ello, adquirir identidades cosmopolitas y regular la movilidad de las mujeres turistas del primer mundo en el contexto de un mercado sexual global desigual y en una era en la que nuevas subjetividades eróticas y relaciones íntimas transnacionales se están forjando en lugares híbridos y fluidos como Puerto Viejo, Costa Rica.