Abstract
El 28 de febrero del 2010 muere acribillado por un conflicto de drogas, a sus 29 años, Óscar Calderón Sáenz, alias Colas. A través de una metodología de carácter etnográfico que incluye entrevistas a vecinos y testigos, los autores describen la vida, muerte y ritos fúnebres de Colas, uno de los vendedores de droga más memorables del reciente asentamiento urbano de Finca San Juan en Pavas. Se brinda especial énfasis a la ruta crítica que lo conduce a este destino y a los efectos de sus acciones en la vida comunitaria. La investigación analiza los vínculos entre violencia, pobreza y masculinidad a partir de una reflexión que vincula el mundo del narcotráfico a sus relaciones con el micropoder y una historia subjetiva.