Resumen
La conciencia ecocrítica no es una moda, ha venido para quedarse en nuestra manera de ver el mundo y de relacionarnos con la naturaleza. Se trata de una perspectiva ética que, coincidiendo con las críticas de la Posmodernidad a las lacras de la globalización o de las miserias económicas, pone sobre el tapete los descuidos y la destrucción del ambiente, así como las relaciones de desigualdad por ella generadas. En este artículo se analiza cómo dos poetas nicaragüenses de las generaciones más recientes exponen una visión acre y punzante de las miserias humanas, así como lanzan su grito ahogado, de última tentativa (la final tal vez), que el ser humano posee para cambiar de rumbo en Infierno clandestino (2012), de Alberto Juárez Vivas, y Señal para mito oscuro (2012), de Henry A. Petrie.