Abstract
Al menos desde el tiempo de Aristóteles, la desigualdad de la tierra ha sido vista como causa de revoluciones y disturbios sociales. La mayoría de las revoluciones del siglo XX han estado vinculadas con la desigualdad agraria. Este articulo no se centra en los asuntos de la desigualdad y la insurgencia per se, sino que examina mas bien una significativa pero pocas veces atendida cuestión epistemológica: la validez de los datos de los censos agrícolas que sustentan la mayor parte de las investigaciones comparativas sobre disturbios sociales rurales. Nuestro análisis emplea un rico conjunto de datos de censos computarizados a la par de los datos de los registros mercantil, de la propiedad y del catastro que nos permiten examinar la misma área física a través de lentes diferentes y en tiempos distintos. Los datos provienen del cantón de Coto Brus, Costa Rica, un área que estaba siendo colonizada durante el periodo para el cual disponemos de datos de los censos agrícolas. Mostramos que el uso aísla do, ya sea de los datos de los censos o de los datos del registro, para la estimación de la concentración de la tierra puede ser muy inexacto. Esto puede explicar por que investigaciones anteriores han conducido con frecuencia a conclusiones equivocadas.