El volumen 42 del Anuario de Estudios Centroamericanos ratifica que el trabajo colaborativo y cooperativo de las ciencias sociales en (y sobre) Centroamérica es posible. Además confirma que la relevancia académica y la pertinencia social se enriquecen mutuamente y que haríamos mal en reproducir viejas dicotomías en ciencias sociales. El dossier que incluimos en este volumen suma evidencia contra la separación entre sociedad y naturaleza. Los casos analizados confirman la continuidad y mutuas afectaciones entre lo uno y lo otro, lo cual invita, además, a la colaboración entre colegas de ciencias naturales, agroalimentarias y sociales.