Resumen
Conforme continúa la evolución de la pandemia por Covid-19, muchos países inician el proceso de reapertura de escuelas, iglesias y negocios. En un esfuerzo de tamizaje para detectar personas potencialmente infectadas, cada día se les está midiendo la temperatura de la arteria temporal (en la frente) a miles de personas. En este editorial se plantean algunas de las limitaciones principales de este procedimiento como método de tamizaje para Covid-19 y se advierte acerca del peligro de caer en una falsa sensación de seguridad, causada por esa práctica.