Resumen
El presupuesto público es concebido desde nuestra Carta Magna como una herramienta de bienestar nacional, que debe transitar por el periodo de un año calendario por las instancias gubernamentales para solventar las necesidades del desarrollo. Pero, el uso de tal herramienta no puede ser casuístico o distorsionado, máxime, cuando ya se cuenta con todo un esquema jurídico, técnico y conceptual que permite no solo su correcto enfilamiento conforme aquellas necesidades, sino también su análisis previo y posterior a su ejecución, sea por instancias de control político, fiscalizadoras o ciudadanía en general. No obstante, también se perciben lagunas, sobre todo metodológicas, que conllevan una aplicación errónea de los recursos que, vía impuestos o endeudamiento, conforman la Hacienda Pública.