Resumen
El presente artículo aborda el proceso de regularización de la tenencia de la tierra de comunidades q’eqchi’ en las Tierras Bajas del Norte (TBN) de Guatemala, en los departamentos de Petén, Alta Verapaz e Izabal, en los últimos 23 años contados a partir de la creación del Fondo de Tierras en 1999, al finalizar el conflicto armado interno que duró 35 años (1961-1996). Este proceso fue un compromiso de Estado tras la firma de la paz en 1996, que aún no se completa. En su discurrir en el tiempo, el proceso de regularización reviste características que permiten caracterizarlo como “racializador”, en tanto las concepciones y las prácticas o las omisiones estatales contribuyen a reproducir las relaciones de poder hegemónicas que han acompañado la historia de creación de la propiedad agraria en el país desde la colonia y la reforma liberal de las postrimerías del siglo XIX, reforzando el racismo estatal y social en contra de las comunidades indígenas. La autora revisa las ejecutorias de la institucionalidad agraria que debía conducir y llevar a término el proceso de regularización, los resultados del mismo y su significado en el largo proceso de construcción de la propiedad agraria en el país. Indaga sobre los impactos que éste ha tenido –y continúa teniendo— en particular para las comunidades q’eqchi’ en las TBN, para sus formas de organización comunitaria, su relación con la tierra y los bienes naturales, y la gobernanza del territorio.
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Derechos de autor 2024 Laura Hurtado Paz y Paz